En nuestra clínica de fisioterapia tratamos a menudo casos de incontinencia urinaria en Palma de Mallorca, siempre con tratamientos que funcionan, liberando a nuestros pacientes de la penosa situación en la que muchos de ellos se encuentran y que tiene solución.
La fisioterapia uroginecológica, también conocida como fisioterapia del suelo pélvico, es una especialidad dentro de la fisioterapia que se centra en el tratamiento y la prevención de disfunciones en la zona pélvica. Esta área se enfoca en abordar problemas tanto en mujeres como en hombres y niños, especialmente aquellos relacionados con el suelo pélvico. Entre las disfunciones más comunes tratadas en fisioterapia uroginecológica se encuentran la incontinencia urinaria, el dolor pélvico, los prolapsos de órganos, las disfunciones sexuales, y los problemas miccionales (de la orina) e intestinales. La fisioterapia uroginecológica que practicamos en nuestra clínica de fisio en Palma de Mallorca es una disciplina integral y eficaz que puede beneficiar a personas de todas las edades con problemas del suelo pélvico.
Fisioterapia para el tratamiento de la incontinencia urinaria en Palma de Mallorca
Uno de los principales usos de la fisioterapia uroginecológica es en el tratamiento de la incontinencia urinaria, una condición caracterizada por la pérdida involuntaria de orina. Por nuestra propia experiencia en el tratamiento de fisioterapia para la incontinencia de orina en Palma sabemos que es especialmente común en mujeres que han tenido partos vaginales, durante el embarazo, en la menopausia o por otras causas como el envejecimiento y algunas cirugías. Pero está muy extendida entre las mujeres y también entre los hombres que van cumpliendo años y llegan a determinadas edades. La fisioterapia, a través de ejercicios específicos, ayuda a fortalecer los músculos del suelo pélvico, mejorando el control de la vejiga y reduciendo la frecuencia de los episodios de incontinencia. Otro campo importante es el tratamiento de prolapsos de órganos pélvicos, una afección que ocurre cuando órganos como la vejiga, el útero o el recto descienden hacia la vagina debido al debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. Mediante la fisioterapia, se pueden reducir los síntomas del prolapso, fortalecer la musculatura de la zona y evitar que la condición avance. Es una alternativa efectiva para pacientes que buscan mejorar sin recurrir a procedimientos quirúrgicos.
La fisioterapia uroginecológica también aborda la disfunción sexual
La fisioterapia uroginecológica también es muy útil para la preparación para el parto y la recuperación posparto. Durante el embarazo, un fisioterapeuta especializado puede preparar el suelo pélvico para el momento del parto, ayudando a reducir el riesgo de lesiones. En el posparto, la fisioterapia ayuda a recuperar el tono y la fuerza del suelo pélvico, lo que contribuye a prevenir problemas futuros como la incontinencia y el dolor pélvico. Otra área relevante de esta disciplina es el manejo del dolor pélvico crónico, que incluye condiciones como la vulvodinia, el síndrome de dolor miofascial o la cistitis intersticial. La fisioterapia se enfoca en aliviar el dolor, mejorar la movilidad de la zona afectada y reducir la tensión muscular. Este tipo de tratamiento puede mejorar significativamente la calidad de vida de quienes padecen dolor pélvico persistente.
La fisioterapia uroginecológica también aborda la disfunción sexual, que puede manifestarse como dolor durante las relaciones sexuales, dificultad para alcanzar el orgasmo o falta de sensibilidad en la zona pélvica. Los fisioterapeutas pueden ayudar a mejorar la conciencia corporal, relajar o fortalecer los músculos necesarios y promover una mejor circulación, mejorando la experiencia sexual de los pacientes.
Síntomas de incontinencia de orina
La incontinencia urinaria se manifiesta como la pérdida involuntaria de orina, un problema que puede variar en severidad y tener diferentes causas. Uno de los síntomas más comunes es la dificultad para controlar la vejiga al realizar actividades que incrementan la presión abdominal, como reír, toser, estornudar o realizar esfuerzos físicos. Este tipo de incontinencia, conocida como incontinencia de esfuerzo, suele afectar más a mujeres, especialmente después del embarazo, el parto o la menopausia.
Otro síntoma frecuente es la necesidad urgente e incontrolable de orinar, incluso cuando la vejiga no está llena. Este síntoma es característico de la incontinencia de urgencia, que a menudo se asocia con una contracción anormal de los músculos de la vejiga. Las personas con esta afección pueden sentir que no alcanzan a llegar al baño a tiempo.
Además, algunas personas experimentan pérdidas de orina durante el sueño, conocida como incontinencia nocturna o enuresis en adultos. También puede haber síntomas como un goteo continuo o frecuente de pequeñas cantidades de orina, especialmente en casos de obstrucción o daño neurológico, lo que se denomina incontinencia por rebosamiento.
En algunos casos, la incontinencia urinaria está acompañada de sensación de incomodidad, irritación o infecciones frecuentes del tracto urinario debido al contacto prolongado con la humedad. Esta situación puede generar problemas emocionales como vergüenza, ansiedad o aislamiento social, afectando la calidad de vida de quien la padece. Si estos síntomas están presentes, es esencial buscar atención médica para identificar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.